Durante el mes de mayo los dietistas-nutricionistas españoles celebramos una de las efemérides más relevantes para nuestra profesión: el Día Nacional de la Nutrición (28 de mayo). Un buen momento para recordar la importancia de una alimentación saludable para la salud y el bienestar de la población y reivindicar, al mismo tiempo, la figura del dietista-nutricionista.
En este contexto, resulta paradójico que España sea el único país de la Unión Europea que no incluye a los dietistas-nutricionistas dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) en la totalidad de sus comunidades autónomas. Esta carencia, que sufrimos en Andalucía, supone una oportunidad perdida para mejorar la salud pública y reducir los costes sanitarios asociados a enfermedades prevenibles mediante una adecuada alimentación.
La nutrición como pilar de la salud pública
La evidencia científica es clara: una alimentación adecuada es fundamental para prevenir enfermedades no transmisibles como la obesidad, la diabetes tipo 2, las enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer. Según datos del Instituto de Salud Carlos III y la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición, un 55,8% de la población española tiene exceso de peso y un 18,7% padece obesidad.
Pero, a pesar de estas evidencias y de que la Ley 44/2003 de Ordenación de las Profesiones Sanitarias reconoce al dietista-nutricionista como profesional sanitario desde hace más de dos décadas, su presencia en el sistema sanitario público español sigue siendo limitada.
Esta situación contrasta con la de otros países europeos, donde estos profesionales están plenamente integrados en los equipos multidisciplinares de atención primaria y hospitalaria. La falta de dietistas-nutricionistas en el SNS español impide ofrecer una atención nutricional adecuada y personalizada, especialmente en el tratamiento de enfermedades crónicas y en la prevención de la malnutrición hospitalaria.
Consecuencias de la falta de atención nutricional especializada
La ausencia de dietistas-nutricionistas en el sistema sanitario público tiene consecuencias directas en la salud de los pacientes. Como han puesto de manifiesto recientemente nuestros compañeros del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad Valenciana, uno de cada tres pacientes que ingresan en hospitales de la región sale desnutrido y, en el caso de pacientes oncológicos, la cifra alcanza uno de cada dos.
Esta situación se debe en gran parte a una alimentación hospitalaria inadecuada, basada en menús genéricos que no cubren las necesidades específicas de los pacientes. La incorporación de dietistas-nutricionistas permitiría realizar un cribado nutricional inicial y adaptar las dietas a las necesidades individuales, mejorando la recuperación, reduciendo riesgos de infecciones y aumentando la calidad de vida.
Un llamamiento a la acción en el Día Nacional de la Nutrición
Ante la próxima celebración del Día Nacional de la Nutrición, desde CODINAN queremos hacer un llamamiento a las autoridades sanitarias, especialmente a la Junta de Andalucía, para que reconozcan la importancia de la nutrición en la salud pública y procedan a la integración efectiva de los dietistas-nutricionistas en nuestros sistemas públicos de salud.
La incorporación de estos profesionales, además de mejorar la calidad de la atención sanitaria, también supondría un ahorro económico significativo al prevenir enfermedades y reducir estancias hospitalarias. Es hora de que España deje de ser una excepción en Europa y apueste decididamente por una atención nutricional adecuada y accesible para toda la población.
La salud de los ciudadanos y la sostenibilidad del sistema sanitario dependen en gran medida de decisiones como esta. No podemos permitirnos seguir ignorando el papel crucial de la nutrición en la prevención y tratamiento de enfermedades.
