En Andalucía la figura del dietista-nutricionista sigue sin integrarse en el régimen funcional y laboral del sistema público de salud a pesar de los beneficios que aportaría a la salud de la población. El documento ‘Justificación de la incorporación del dietista-nutricionista en el régimen funcional y laboral del sistema sanitario público de Andalucía’, elaborado por la Comisión de Trabajo de la Inclusión del dietista-nutricionista en el SAS (Servicio Andaluz de Salud) de CODINAN, aporta luz sobre este vacío, analiza la situación actual, describe los beneficios sanitarios y socioeconómicos de contar con el profesional en el sistema y resume sus funciones clave.
Situación actual en Andalucía
Nuestra región se encuentra a la cola de la sanidad española en cuanto a nutrición clínica. A día de hoy, Andalucía sigue siendo una de las pocas comunidades autónomas que no cuenta con la figura del dietista-nutricionista dentro de la cartera de profesionales sanitarios del sistema de salud público. A pesar de que la titulación universitaria de Nutrición Humana y Dietética se imparte desde curso 2003-04 y unos 98 profesionales se gradúan anualmente en Andalucía, ninguno de ellos tiene aún una categoría profesional consolidada en el SAS. Esta anomalía contrasta con otras comunidades autónomas que sí han desarrollado esa figura dentro de sus servicios públicos de salud.
Tal ausencia tiene consecuencias directas: el 90 % de los dietistas-nutricionistas andaluces que ejercen en el ámbito clínico lo hace en centros privados; tan sólo el 10 % lo hace en centros públicos. Además, Andalucía presenta prevalencias de sobrepeso y obesidad superiores a la media nacional y mayor mortalidad por enfermedades cardiovasculares, lo que refuerza la necesidad urgente de una intervención nutricional especializada.
Beneficios del dietista-nutricionista para la sociedad y el sistema sanitario
Según hemos analizado desde CODINAN, la intervención del dietista-nutricionista mejoraría la salud de los andaluces a nivel individual, pero además puede generar un impacto importante en el gasto sanitario. El documento mencionado recoge estudios internacionales donde la incorporación del profesional ha logrado reducciones en estancias hospitalarias, complicaciones, readmisiones y costes farmacológicos. Por ejemplo, en algunos países se ha estimado que por cada euro invertido en intervención dietética se obtienen entre 5 y 99 euros de beneficio en ahorro sanitario.
Desde el punto de vista clínico, las funciones del dietista-nutricionista incluyen la valoración nutricional, el diseño de planes dietéticos, el seguimiento en enfermedades crónicas y la educación alimentaria. Su ausencia revierte en un aumento de visitas médicas, incrementos de ingresos hospitalarios por complicaciones como la desnutrición hospitalaria y mayor sobrecoste. En Andalucía, este coste se hace más evidente al tener cifras de obesidad del 21,7 % y sobrepeso del 38,2 % entre adultos, datos que sitúan a la comunidad entre las más afectadas. Asimismo, la incorporación del dietista-nutricionista permitiría promover la igualdad en el acceso a servicios de nutrición, especialmente para personas con bajos recursos que no pueden acudir a consultas privadas.
Funciones en el sistema público
Las principales funciones que debería asumir esta figura profesional en el servicio público son las siguientes:
- Realización de cribados nutricionales en hospitalización y en atención primaria para identificar riesgo de desnutrición o conductas alimentarias de riesgo.
- Diseño y seguimiento de intervenciones dietéticas individualizadas para pacientes con enfermedades crónicas (diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, cáncer, etc) o en situación de malnutrición.
- Educación alimentaria y promoción de hábitos saludables entre la población general, colaborando con programas de salud pública y nutrición comunitaria.
- Intervención en servicios de restauración colectiva, hospitales, residencias y comedores escolares para optimizar la seguridad alimentaria, minimizar el desperdicio y mejorar la calidad nutricional de los menús.
- Asesoramiento a equipos interdisciplinares de salud para integrar la alimentación como elemento fundamental del tratamiento y de la prevención, coordinándose con médicos, enfermeras, psicólogos y otros profesionales.
Como hemos reivindicado en numerosas ocasiones, incorporar al dietista-nutricionista al régimen laboral y funcional del sistema público de salud es un paso imprescindible para mejorar la calidad de la atención, reducir desigualdades, contener el gasto sanitario y atender eficazmente las enfermedades relacionadas con la alimentación. Por ello, mantenemos abierta una recogida de firmas conjunta con la entidad TCA Andalucía en la plataforma Change.org, en la que ya hemos sumado más de 36.000 apoyos para exigir la incorporación del dietista-nutricionista al régimen funcional y laboral del SAS.
El vacío actual en Andalucía limita la cobertura de salud y, además, incrementa costes y vulnerabilidad social. Desde CODINAN volvemos a insistir en la urgencia de abordar esta carencia y reafirmamos nuestra disposición al diálogo con las autoridades para concretar esta incorporación lo antes posible.