El verano es la época del año favorita para muchos. Queda representada por el periodo vacacional de los más pequeños, tardes con más luz y, en la mayoría de los casos, más tiempo libre.
Esto, sin embargo, no debería servir de pretexto para descuidar nuestra alimentación, sino todo lo contrario: en vacaciones, contamos con más tiempo libre para continuar y/o crear nuevos hábitos saludables. Por ejemplo, podemos realizar actividad física en compañía y/o dedicar tiempo a la cocina, ya que la rutina ahora no interfiere en el tiempo dedicado a dichas tareas.
Desde CODINAN, te recordamos estas recomendaciones para pasar un verano comiendo rico y sano durante la temporada.
1. DISFRUTA DEL VERANO CON HÁBITOS SALUDABLES
Comas en casa o fuera de ella, solo/a o en compañía, hay muchas cosas que puedes hacer para cuidar tus hábitos.
- Hidratación. Es recomendable aumentar la ingesta de líquidos durante el verano, ya que se elimina agua corporal a través de la sudoración. Se debe priorizar la ingesta de agua, pero también pueden ser opciones interesantes bebidas como la limonada o infusiones de frutas y plantas, siempre que estén libres de azúcares añadidos. Recuerda que las frutas y las verduras poseen alto contenido hídrico, además de vitaminas, minerales y fibra, por lo que resultan un recurso efectivo y saludable para mantener un correcto nivel de hidratación.
- Consumir productos de proximidad. Si pasas tiempo fuera de casa, puede ser una buena oportunidad para consumir productos típicos de la zona. Además, si tienes más tiempo libre, puedes ir al mercado o a tiendas locales y comprar productos de temporada y proximidad.
- Gestionar frecuencia y cantidades. Adapta las raciones de alimentos a las necesidades según la sensación de hambre, evitando consumir alimentos hasta llegar a sentir pesadez. Cuando se come fuera de casa, es importante prestar atención a la ingesta y ser conscientes de las cantidades ingeridas.
- Técnicas culinarias. El consumo de verdura debe ser alterno entre vegetales crudos y cocinados. El resto de alimentos que precisen de cocinado pueden realizarse como aliños, a la plancha, a la parrilla, al horno y/o al vapor. Debido a las altas temperaturas, las técnicas culinarias que más apetecen son ensaladas, aliños y cremas frías como gazpacho o salmorejo.
- Comer fuera de casa. Trata de priorizar la ingesta de platos y alimentos saludables. Algunas pautas que puedes llevar a la práctica son: incluir verduras como primer plato o guarnición, evitar el consumo de alimentos ultraprocesados, evitar añadir azúcar y/o sal a las elaboraciones, evitar la ingesta de bebidas azucaradas y/o alcohol, y priorizar fruta y/o yogur natural de postre.
- Mantenerse activo/a. Realiza actividad física y haz planes en movimiento en compañía. Si se realiza actividad física al aire libre, es importante prestar atención a las altas temperaturas y elegir el mejor momento del día para ello, sin olvidar la hidratación.
2. MANTÉN SEGURA TU CESTA DE LA COMPRA
Aunque hay que tener cuidado con las toxiinfecciones alimentarias durante todas las épocas del año y en todos los contextos, las altas temperaturas alcanzadas en la época de verano pueden favorecer el desarrollo de microorganismos patógenos en los alimentos.
Para lograr seguridad alimentaria es preciso estar atentos/as a pautas de prevención:
- Consumir alimentos que hayan sido tratados térmicamente y cocinar correctamente los alimentos. El alimento debe estar sometido a temperatura suficiente para que alcance una temperatura mínima de 70ºC en el centro del alimento, al menos durante 2 minutos.
- Consumir los alimentos directamente después de ser cocinados. Trata de no dejar reposar la comida a temperatura ambiente mucho tiempo antes de consumirla. En caso de elaboraciones culinarias frías, estas deben ser mantenidas en refrigeración hasta el momento de su consumo. En caso de dejar comida para consumir otro día, trata de mantenerla en refrigeración o congelarla lo antes posible, y volver a someterla a temperatura antes de consumirla.
- Evitar manipulación de alimentos crudos y cocinados al mismo tiempo. El contacto de un alimento crudo con uno cocinado puede suponer contaminación. El menaje cobra especial importancia en este caso: no uses la misma tabla, cuchillo, superficie, trapos y otro material de cocina para manipular alimentos crudos y cocinados al mismo tiempo.
- Buenas prácticas de higiene del manipulador de alimentos. Es imprescindible lavarse las manos, cocinar con el pelo recogido, tener buena higiene personal y vestimenta adecuada.
- No consumir alimentos o productos que creamos que entrañan riesgo de contaminación. Debemos asegurar que todos los alimentos que consumimos están protegidos (envase adecuado, almacén en refrigeración, etc.) en condiciones sanitarias adecuadas. Estas medidas deben ser exigidas por el consumidor y si se observa que no se cumplen, los alimentos deben ser rechazados.
3. SI COMES EN LA NATURALEZA, MANTÉN EL TÁPER SEGURO
El verano es una época del año en la que se suele pasar tiempo libre en áreas de naturaleza como playas, lagos, ríos e incluso la montaña. En estos lugares, es usual llevar comida y bebida en táper y tomar un picnic con comida fría.
Nuestro país ostenta el récord de mayor número de playas con bandera azul de todo el mundo. En Andalucía contamos con 122 playas que cuentan con este distintivo (1) en esta temporada de verano de 2022. Disfruta del tiempo libre con hábitos saludables y visita los pueblos de nuestra comunidad autónoma. Vayas donde vayas, no descuides la seguridad alimentaria.
Si prefieres un parque natural, en Andalucía contamos con una gran variedad en diferentes zonas de la comunidad autónoma, en los cuales puedes darte un chapuzón en contacto con la naturaleza (2).
Tortilla de patatas, ensalada de pasta, embutidos… seguro que alguna vez has ido a la playa o áreas al aire libre con la nevera dispuesto/a a consumir alguno de estos alimentos. Pero, ¿qué medidas preventivas llevas a cabo para evitar intoxicaciones alimentarias?
Las altas temperaturas que se manifiestan en muchas de estas zonas crean un contexto perfecto para el desarrollo microbiológico. Esto, unido al consumo de alimentos en un ambiente distendido con pocos recursos de limpieza y menaje, pone en riesgo la seguridad alimentaria de los productos que consumimos.
Algunas claves para evitar la contaminación de alimentos son:
- Usa nevera y/o bolsas isotérmicas para conservar los alimentos refrigerados. Recuerda que este sistema no tiene capacidad de enfriar, únicamente conserva la temperatura.
- Correcta manipulación e higiene de los alimentos, las bolsas isotérmicas y la cubertería. Respecto al menaje, es conveniente lavarlo correctamente antes de usarlo y tratar de conservar las bolsas limpias para su manipulación.
- Usar cubertería específica para cada tipo de alimento. Como ejemplo, si usas un cuchillo para cortar la tortilla, que no sea el mismo que usas para cortar la fruta.
- No permitir que el sol incida directamente sobre los alimentos. Mantenerlos debajo de la sombrilla y, a ser posible, tapados con una toalla y/o cubierta de color claro.
- Separar los diferentes tipos de alimentos: latas de bebidas, embutidos, pan, tortilla… En cualquier caso, hay que tratar de mantener todos los alimentos cerrados herméticamente y con la superficie limpia.