Andalucía es una comunidad rica. La variedad de zonas geográficas, climáticas, costumbres y la riqueza en su producción propician la obtención y comercialización de diferentes variedades de productos alimenticios con denominación de calidad en toda nuestra comunidad. La región andaluza ha sido, durante siglos, tierra de olivos y viñedos. Por suerte, en nuestra tierra contamos con zona de costa y de montaña, y con un excelente clima que permite la explotación del terreno. Las circunstancias excepcionales de ubicación en el sur de España permiten que determinados sectores, como son el agrícola y ganadero, sean importantes e imprescindibles en nuestra economía.
Partiendo del cultivo de frutas, verduras y aceitunas, y pasando por la pesca del atún y la caballa y por las múltiples actividades ganaderas, que producen una gran variedad de productos cárnicos, nuestra tierra se caracteriza por la gran cantidad de alimentos saludables que nos ofrece. Nuestros agricultores, ganaderos y pescadores trabajan cada día para abastecer el mercado autonómico, pero también se comercializa a niveles nacional e internacional. Esto permite que nuestro patrimonio gastronómico vaya más allá de nuestra tierra y a su vez identifica a Andalucía, pues propicia una gastronomía típica propia que nos diferencia del resto y nos hace únicos.
Hoy, en el Día de Andalucía, queremos poner en valor la riqueza, la variedad y la calidad de los productos que nos caracterizan y nos definen. Nos sumamos a la campaña #ConsumeAndalucía, lanzada por la Junta de Andalucía para la promoción de los productos de la tierra: “Llena tu mesa de Andalucía”.
DENOMINACIONES DE CALIDAD
La calidad es uno de los factores principales que valora el consumidor cuando se dispone a comprar/consumir un determinado alimento o producto. Por ello, los productores consideran acreditar sus productos con sellos de calidad con el fin de diferenciarse en el mercado y promocionar el consumo de sus productos. En Andalucía, contamos con muchos alimentos con denominaciones de calidad: aceites, vegetales, legumbres, cereales, etc.
¿Por qué consumir un alimento con DOP (Denominación de Origen Protegida)?
Consumir alimentos con denominaciones de calidad va más allá de la promoción de la gastronomía andaluza. Permite apostar por la producción y el comercio local. De esta manera, se refuerza la economía local.
Comprar y consumir productos de la zona permite un menor impacto medioambiental. Al consumir productos de la tierra, se limita el transporte del alimento desde otras ubicaciones lejanas. Así, se reduce la huella de carbono que la industria alimentaria está dejando en la naturaleza.
Pero no sólo se contribuye al medio ambiente y se promociona la economía local, sino que también se promociona la empleabilidad en la zona. Se crean puestos de trabajo en la producción y la recolección, y se apuesta por la continuidad de un tejido productivo que debe seguir siendo sostenible y viable.
Además de todo ello, la comercialización de alimentos con denominación de calidad otorga identidad a los pueblos y juega un papel importante en la socialización e interacción de los ciudadanos de cada zona. El pequeño comercio es un sector estratégico para la cohesión territorial y social de la región.
¿CÓMO DISTINGUIR LOS SELLOS DE CALIDAD?
Existen diferentes sellos de calidad que pueden otorgarse a los alimentos y productos alimenticios. Para la obtención de los mismos, los productos deben poseer unas características concretas revisadas y acreditadas por un Consejo Regulador a nivel europeo (1).
Actualmente contamos con varios sectores que gozan de protección en todo el territorio de la Unión Europea: (a) aceites de oliva virgen extra; (b) bebidas espirituosas; (c) frutas y hortalizas; (d) jamones y paletas; (e) otros productos; (f) productos de panadería y repostería; (g) productos derivados de la pesca; (h) vinos; y (i) vinagres.
- Denominación de Origen Protegida (DOP): productos agroalimentarios cuya calidad o características se deben básica o exclusivamente a factores humanos y/o naturales característicos de la zona geográfica en la que se han producido y elaborado, y que son designados con el nombre geográfico que se protege.
- Indicación Geográfica Protegida (IGP): productos agroalimentarios cuyas cualidades derivan de su origen. En este caso, la protección del nombre geográfico que sirve para designar el producto se basa en una reputación u otras características específicas vinculadas a su origen.
- Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG): productos que cuentan con rasgos específicos diferenciadores de otros alimentos de su misma categoría. Deben producirse a partir de materias primas tradicionales, o bien presentar una composición, modo de producción o transformación tradicional.
A nivel andaluz, existe una certificación concreta, con sus correspondientes pliegos de condiciones, de “Calidad Certificada”.
Cuando un alimento posee un sello de calidad, cuenta con el reconocimiento de una autoridad oficial, que estipula y corrobora que el alimento cumple una serie de requisitos. Por ello, más allá de las denominaciones de calidad a nivel europeo, en Andalucía contamos con la marca de “Calidad Certificada” (2), exclusiva y regulada por la Junta de Andalucía, que permite a los operadores dar a conocer la calidad de sus productos y al consumidor le aporta garantía sobre las características avaladas por los controles pertinentes.
Los pliegos de condiciones (3) de los productos agroalimentarios y pesqueros son documentos donde se recogen características de determinados alimentos o productos alimenticios. La calidad de estos productos está certificada por organismos de certificación acreditados, reconocidos por la Dirección General de Industrias, Innovación y Cadena Agroalimentaria, previo informe favorable del Comité Técnico según el Decreto 229/2007, de 31 de julio, por el que se regula la marca «Calidad Certificada» para los productos agroalimentarios y pesqueros. A este sello pueden acceder productores o comercializadores que cumplan con los requisitos que detallan los diferentes pliegos de condicione de producto.
Los productos certificados que encontramos en Andalucía, cuyas condiciones se encuentran publicadas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), son: (a) Aceite de oliva; (b) Agua mineral natural; (c) Atún rojo de Almadraba; (d) Carne de cerdo; (e) Confituras de hortalizas frescas; (f) Crema de gambas y Mousse de cigalas; (g) Dulces navideños; (h) Miel; (i) Pescados y mariscos de las marismas de Doñana; (j) Platos preparados a base de productos hortofrutícolas frescos; (k) Queso de cabra; y (l) Salsas de tomate frito.
LA RIQUEZA GASTRONÓMICA DE ANDALUCÍA
En Andalucía contamos con numerosos productos que poseen denominación de calidad (4) (5):
- Frutas y verduras: consumir mínimo 3 raciones de frutas y 2 raciones de verduras al día. Chirimoya de Granada y Málaga; Pasas de Málaga; Tomates de La Cañada; Espárrago de Huétor-Tájar.
- Cereales: consumo diario, priorizando lo integral y ajustando el número de raciones según el grado de actividad física. Mollete de Antequera; Pan de Alfacar.
- Legumbres: consumir de 2, 4 o más raciones a la semana. Garbanzo de Escacena.
- Aceite de oliva virgen extra: Ingesta diaria de 30-60 ml. (3-6 cucharadas). Aceites de Baena, Montoro-Adamuz, Lucena, Priego, de Estepa, de la Sierra de Cádiz, de los Montes de Granada y Poniente, de la Sierra de Cazorla, Sierra de Segura y Sierra Mágina, de Antequera.
- Carne: no superar los 300-450 gramos semanales. Cordero Segureño.
- Pescado: no superar los 300-600 gramos semanales. Caballa y melva de Andalucía.
- Aceitunas: Aceitunas Manzanilla, Gordal y Aloreña.
- Condimentos: Vinagre de Montilla-Moriles, del Condado y de Jerez.
No olvides que, como andaluz/a, tienes posibilidad de comer sano y apoyar nuestra tierra y a todos sus productores, consumiendo productos andaluces.
#ConsumeAndalucía